miércoles, 18 de abril de 2012

Sobre vidas grises que el amor felices | George y Sally. Sacha y Jewel.


“El arte de pasar de todo” relata el principio de la vida adulta de George, un adolescente solitario y fatalista que ha llegado hasta el último curso sin poder decir que haya trabajado en serio ni un solo día. Se ha hecho amigo de Sally, una chica guapa y complicada que reconoce en él a un alma gemela. Sally le arrastra como un huracán al interior de su intenso mundo. Le invita a las fiestas de moda, le acompaña a galerías y museos, se va con él de pellas y acaba convirtiéndose en su mejor amiga. De forma casi inevitable, George, un chico del montón, descubre que se muere por los pedazos de la coqueta Sally, pero es incapaz de hallar el modo de hacerle saber sus sentimientos. Sally proporciona a George un refugio donde cobijarse de la vulgaridad del instituto y de la incertidumbre del hogar, donde la situación existente entre su madre y su padrastro no es lo que parece. Entonces, con el final del último curso echándosele encima, George recibe un ultimátum del director: o completa en las siguientes tres semanas todas las tareas que no ha realizado en todo el año, o no se graduará. George no tarda en ver cuán rápidamente el mundo se viene abajo cuando uno ha perfeccionado el arte de ir tirando.




George y Sally son dos incomprendidos, están solos y creen que el mundo está contra ellos. George a decidido que no merece la pena malgastar el tiempo en el colegio si, al fin y al cabo, todos caminados hacia la muerte. Se pasa las clases dibujando, que se le da genial, pero sin ninguna intención, simplemente porque sí. En España la película se estrenó con el título "El arte de pasar de todo", pero a mí me gusta más el nombre original: The art of getting by. Get by literalmente se traduce como sobrevivir, pero en este caso es algo así como "el arte de sobrevivir a duras penas" o "el arte de ir tirando". Porque lo que hace George no es pasar de todo sino quedarse en la línea que separa el interés del desinterés, la felicidad de la infelicidad. Va tirando, sin esforzarse ni emocionarse con nada. Hasta que conoce a Sally. La alegría ha vuelto a su vida.

Es una historia preciosa y además los actores me gustan mucho, sobre todo él, Freddie Highmore. Es un chico estupendo, que no se limita a ser guapo, que lo es, sino que además es alegre e interesante. También me cae bien porque me trae buenos recuerdos de mi infancia, porque encarnó al protagonista de mis dos películas favoritas de ese momento (y todavía ahora): Charlie and the Chocolate Factory y The Spiderwick Chronicles.

Me recuerda un montón a un libro que me acabo de terminar: La chica del lago. Cuenta la vida de dos adolescentes que no se sienten arraigados a nada, ambos han vivido la muerte de cerca y, en el fondo, están solos y asustados. No quieren pensar en el futuro. Sacha puede que no lo tenga. Jewel únicamente piensa en el momento. Hasta que se conocen. Ahora quieren luchar, porque se aman, y por amor merece la pena vivir. Aventuras descabelladas, amigos extrafalarios y muchos, muchos, muchos gnomos de jardín.

¿Y si cuando al fin encontraras una razón para vivir la vida se te escapase de las manos?

El tiempo se les acaba...

Pero aún es posible ser feliz

4 comentarios:

  1. Hola guapi!!
    interesante reseña! ;)
    ni he leído el libro ni he visto la peli!! puede que me mates?? jajaja

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  2. Hola guapa!
    La verdad es que no conocía la película pero el libro si. Me la apunto^^
    Por cierto, tienes un premio en mi blog, espero que te guste^^
    Besotes!

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  3. No conozco la historia, la había confundido por un momento con la joven del lago.
    Me apunto el título.
    Besos

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  4. La peli buscando una cualquiera con la que pasar una tarde y fue una sorpresa muy positiva, una monada de historia. Un beso!

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